En fin, ¿qué les voy a contar si ya lo saben? (sobre todo las marujas como yo) ¿Y todo para qué? Pues para que tu familia esté bien alimentadita, que tus hijas rebosen salud por los poros y que tu marido vaya a trabajar por las mañanas deseando volver a casa a mediodía para que pruebe esos platicos que una prepara con tanto esfuerzo. Y, seamos sinceras, ¿quién no está de acuerdo con aquello que nos enseñaron nuestras abuelas?: "¡A los hombres se les conquista por el estomago!" ¡Jajajaja! Uf.... escribiendo esto me puedo imaginar la cara de algunas...
Bueno, sigo. Después de todo este trajín que supone tener a tu familia bien alimentada y
contenta, ¿quiénes son los siguientes en estar muy contentos?
¡Pues los supermercados! Que deberían mimar mucho; pero
mucho más, a estas clientas fijas que el
único premio que nos llevamos por su parte es que de vez en cuando alguna
chica con pinta de azafata nos ofrezca un bocadito para degustar. Y, bueno,
dependiendo de la hora a la que vayas a comprar, esa tostadita con queso, esa
galletita de chocolate o ese salmón ahumado ¡te sabe a gloria! Olvídense de las
degustaciones de leches, zumos, yogures y líquidos varios... Lo que una quiere
cuando va a comprar es ¡comeeeeeeer! Déjense de historias con esos chupitos sin
alcohol. Llenen las bandejas de tapas, ¡que eso si que tiene éxito..!
¡¡Ay... que me pierdo!!
Así que después de todo lo que les cuento
no me podrán negar que se te pueden salir las lágrimas si una vez que estás en
la registradora anuncian por megafonía que te has ganado un premio... ¡siiiiii! ¡El
súper al que voy cada día, después de tantos años, me ha premiado! Una se queda mirando para todas partes, sorprendida y ¡¡casi
en shock!! Solo las que nunca han ganado ni el reembolso de la lotería
me entienden.
En fin, que allí mismo, en la caja, veo que me ha tocado esta
maravillosa sartén y, no es broma; pero les prometo que estoy súper contenta con
mi cacerola. ¡Es ideal para mi arroz negro de los domingos, para mis
guisos y salteados! Tenía miedo que no sirviera para mi encimera pero resulta
que sí. Además, es ideal porque se puede meter en el horno y en el lavavajillas. Es de aluminio fundido y no pesa naaaada.
En la fotografía pueden ver la marca. ¡Creo que yo me
comprare más ollas de esta casa!
Y, por favor, encargados de marketing de supermercados: a ver
si cuidan más a las marujillas y nos dan más alegrías como esta.
Que sí, que sí... Que nos gustan los regalitos; ¡aunque sean
para marujear!
Besos,
Julia H.
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